sábado, 22 de octubre de 2011

EL IDIOMA Y LA MASONERÍA.

El diccionario de la Real Academia Española, en la acepción de masonería reza: "asociación secreta de personas que profesan principios de fraternidad mutua, usan emblemas especiales y se agrupan en entidades llamadas logias". Si fuésemos sociedades secretas, seríamos ilegales y no nos regiríamos por la Ley de Asociaciones", ha dicho Carlos Pereira, masón gallego.
Carlos Pereira (Montevideo, 1959) es hijo de emigrantes. Nadie en su familia había sido masón. Estudió historia por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), sisando tiempo a su trabajo en una empresa de piscinas. La tesis doctoral sobre los templarios de Galicia y León lo situó en la senda de la masonería. "Me gustaba lo simbólico y me interesé por esa gente perseguida por amar la libertad y por la resistencia a las dictaduras". Hasta que se atrevió a dar el paso y solicitar el ingreso. Lo hizo hace cinco años y se encontró con "gente que se reúne para exponer un tema bajo los valores de la libertad, la igualdad y la fraternidad".